Bonaire es conocida en el mundo por su forma de proteger su naturaleza y por eso ha implementado un programa especial para los corales. Se trata de la instalación de granjas y programa de restauración de cuerno de alce (Acropora palmata) y cuerno de ciervo (Acropora cervicornis). El objetivo es tomar los corales de las granjas y plantarlos en zonas que han sido dañadas por los huracanes.
The Coral Restoration Foundation juega un papel primordial en este proyecto. La principal granja de corales está situada en Klein Bonaire, donde el acceso al público está limitado para perturbar lo menos posible al coral. La segunda se encuentra en la isla principal y se utiliza sobre todo para la formación y divulgación del proyecto.
La granja está abierta a voluntarios de Buddy Dive Resort, de Capitán Don Hábitat y Sand Dollar Resort. La CRF (siglas en inglés de la Fundación Restauración del Coral) trabaja en conjunto con estas y otras empresas orientadas al buceo. Los objetivos primordiales son la educación, capacitación de voluntarios y el seguimiento de crecimiento de los corales.
Ellos cuidan los “corales bebés”
Augusto Montbrun, gerente operacional de Buddy Dive, explicó que en la primera fase se cortaron fragmentos de corales en distintos puntos de Bonaire, especialmente de las especies cuerno de alce (Acropora palmata) y cuerno de ciervo (Acropora cervicornis). Estos corales fueron “plantados” en estructuras de plástico y nylon, simulando ramas de un árbol, en Klein Bonaire. Semanalmente, Augusto y su equipo de voluntarios se reúnen para cuidar de sus “corales bebés” y cada uno con un cepillito limpian las algas que se les adhieren.
“No quiero que mi hija crezca y nade en un desierto y avergonzado le diga que no hice nada para ayudar…”, afirma Augusto Montbrun.
Actualmente existen cerca de 3.000 corales, todos de segunda y tercera generación provenientes de las muestras originales tomadas alrededor de la Isla de Bonaire y Klein Bonaire.
En junio de 2013 se inició el proceso de restauración de ciertos arrecifes, que será sincronizado y ejecutado por CRF-Bonaire y STINAPA, quienes lograron extender el permiso en donde se estipula la expansión del proyecto, al igual que un plan de divulgación y comunicación local e internacional para difundir el mensaje y a la vez captar posibles patrocinadores que permitan seguir adelante con el proyecto.