Muy temprano llegamos a la boca de una laguna en el alto río Tomo, la arteria más importante del departamento del Vichada. Bajo unas plantas características de las riberas de esterío, observamos un extraño movimiento: el guía apagó el motor y nos fuimos acercando lentamente. Cientos de extrañas formas oscuras y alargadas salían de las sombras, produciendo un “caracoleo” en el agua. ¡Un nido de arawanas!, exclamó el guía. No sabíamos qué estábamos enfrentando. El único dato conocidoprovenía de los documentales vistos en DiscoveryChannel, donde filmaciones en cámara lenta mostraban estos peces cazando insectos fuera de la superficie, posados en las ramas de los árboles. Como íbamos tras los agresivos pavones, teníamos montadas moscas enormes, que causarían probablemente un caos. Cambiamos a pequeños poppers buscando simular unsapito y comenzamos a tratar de descifrar el misterio.
Realizando previos lances falsos en el aire para alcanzar la distancia, el primer popper cayó a la superficie justo en la frontera selva-agua y al frente de la conmoción; con “jalones” cortos se le dio acción. Inmediatamente, uno de estos peces lo observó y persiguió con desgano, hasta dejarlo seguir sin inmutarse. Nuevamente la línea tomó la dirección correcta en el aire y con notable precisión, el señuelo fue puesto más adentro de la vegetación como “con la mano”. Un pez enorme se acercó y miró fijamente el engaño, como esperando que cobrara vida. Otro corto “jaloncito” le dio la respuesta y al dejarlo quieto, lo atacó con una elegancia comparable con cualquier pique de una trucha a una pequeña mosquita en un flat. Acto seguido, vino el “enganche” y el pez al sentirse chuzado se devolvió violentamente hacia la vegetación, atravesándola por debajo con tremenda velocidad.
Gracias a la intervención oportuna del pescador para no dejarla enredar, la arawana salió de su guarida y comenzó a dar unos saltos espectaculares, cual impetuoso sábalo. Fue emocionante presenciar semejante pelea: velocidad, fuerza y destreza combinadas, raramente las tiene cualquier pez.
Finalmente la arawana con gran nobleza cedió su fuerza. Llegó a manos del compañero, quien levantándola suavemente por el vientre, retiró el anzuelo con delicadeza. Luego de “posar” brevemente para la foto, se llevó a cabo uno de los momentos de mayor satisfacción en la pesca deportiva: la liberación. Con fluidez fue depositado en su medio y retornó nadando lentamente a su escondite.
Generalidades, distribución y alimentación
La arawana (Osteoglossum bicirrhosum) es un pez originario de Sudamérica, cuyas cuencas principales son las de los ríos Orinoco y Amazonas. Es muy apreciada por los acuaristas gracias a su belleza y movimientos de gran plasticidad en los acuarios. Como pez deportivo es muy poco conocido, pero posee características de mucho valor en este sentido, pues es un depredador neto cuya alimentación reúne pequeños insectos, anfibios, batracios, peces menores y hasta roedores. Esto lo hace enloquecer con las imitaciones, sumándole la virtud de “cazar” mediante saltos fuera de la superficie con gran velocidad. Es, sin duda, un pez privilegiado para la pesca con mosca.
Hábitat
Dada su dieta alimenticia prefiere los lugares de poca corriente, especialmente las lagunas con mucha vegetación en las orillas y sombras, donde pueden aglomerarse en cardúmenes numerosos. Muy temprano es posible encontrarlas “patrullando” en grupos pequeños, dentro de pequeñas ensenadas formadas por grandes playones de los ríos llaneros en verano.
Pesca y equipo recomendado
Para esta especie se recomienda usar cañas 7 a 8 y aunque crece bastante, hasta casi 2 metros, son peces livianos por su morfología y además atacan moscas no muy voluminosas. La línea ideal es la floating (WF). Un carrete con buen freno de disco es importante, para frenarla en los violentos arrancones y un leader de 7,5 pies con tippet de 15 lbs, permitirán pescarlas cerca de la vegetación sin mucho riesgo.
Pequeños poppers en tamaños 2 a 6 son muy efectivos y más aún en colores oscuros. Los muddlers y otras moscas hechas con pelo de venado, semejando ranitas y lagartijas, son favoritas de este pez. También cualquier imitación de un insecto grande resultará irresistible.
En condiciones de vegetación espesa sobre la orilla, debajo de la cual están los cardúmenes, se deben utilizar falsos lanzamientos para buscar la distancia precisa lo más cerca posible de las ramas, dejando la mosca quieta unos pocos segundos. Si la arawana no la ataca de inmediato, dos o tres “jalones suaves” le dan vida al señuelo, para posteriormente dejarlo nuevamente quieto. Este es el momento ideal, pues persiguen la mosca, hacen una pausa para medir la distancia y finalmente la atacan certeramente. Casi siempre saltan de inmediato y luego buscan la vegetación para refugiarse, momento en el cual entran en acción la caña, el carrete y la habilidad del pescador para no dejarla enredar.
En playones al amanecer se pueden pescar, lo cuales bastante atractivo. La técnica prácticamente es la
misma, tratando en general de no darle mucha acción a la mosca.
La arawana es un pez amenazado por el deterioro de lacalidad de las aguas donde habita y la transformación de las orillas, como consecuencia de explotaciones mineras. La pesca indiscriminada por su alto valor comercial también ha provocado su disminución, a pesar de esfuerzos de acuicultores responsables que han logrado reproducirla en cautiverio.
