La manera en que nos relacionamos con el ambiente determina el impacto que generamos a la naturaleza. Lo que comemos, la ropa que usamos y la manera de movilizarnos, entre otros, son acciones que afectan a las especies y al planeta. El llamado es a que desde nuestra cotidianidad, ayudemos a mitigar ese impacto, por ejemplo, si regulamos el consumo de plásticos de un solo uso en el mundo, en el 2030 reduciríamos su demanda en un 40% y 188 millones de toneladas métricas de basura plástica.
¿Para lograrlo, qué estás dispuesto a hacer?
- Mantente informado; los consumidores tenemos el poder. El primer paso es que entendamos cómo nos afecta esta problemática.
- Rechaza los plásticos de un sólo uso como bolsas, pitillos, globos de fiesta, cubiertos desechables, entre otros.
- Lleva contigo termo, tus propias bolsas de compras, tus cubiertos; no sabes cuándo los vas a necesitar.
- Separa los envases de pet y entrégalos limpios al reciclador. Entregar el material reciclado debidamente separado y limpio es lo mejor que podemos hacer.
- Busca alternativas para los artículos de aseo y uso frecuente. Cepillo de bambú, acondicionador o champú en barra, limpiadores y detergentes ecológicos y ante la situación actual compra tapabocas reutilizables (para uso personal que puedes lavar), son algunas opciones.
- Antes de comprar, hazte la siguiente pregunta: ¿realmente lo necesito?
- Si necesitas el producto, intenta comprarlo con menos empaques.
- Realiza pequeñas limpiezas. No necesitas recoger toda la basura que veas en una playa, o en la calle, pero sí puedes animar a otras personas a que lo hagan contigo. Si cada uno dedica solo 5 minutos, el resultado será más grande de lo esperado.
- Recuerda las tres erres ecológicas: Reduce, Recicla y Reutiliza.
- Comparte estos tips con cercanos, haz que se expanda la onda.
Recuerda que pequeñas acciones hacen grandes cambios.
* Dato tomado de WWF
Esta infografía te ayudará a entender la urgencia e importancia de la reducción del consumo de plástico para salvar los océanos